LA PRIMAVERA Y LA 3ª EDAD
La primavera
es una estación del año que todos esperamos, después del crudo y largo
invierno, y que invita a salir y a estar más activos.
De
hecho, a menudo acostumbramos a comentar que "la primavera la sangre
altera", y lo hace en todos los sentidos que pueda tener esta expresión,
positivos y negativos.
La
primavera es una época en la que se produce un cambio climático y una
inestabilidad del buen tiempo en general; nuestro cuerpo lo nota y se producen
ciertos cambios: tienden a aumentar los
niveles de colesterol y de azúcar,
y la acidez de la sangre; se produce
también un aumento de secreción hormonal.
El cuerpo, por lo tanto, debe adaptarse a un nuevo clima y hasta que esto pasa
se pueden producir situaciones de cansancio (la famosa astenia primaveral),
somnolencia, bajadas de tensión, apatía, pérdida de hambre... Estos cambios
pueden ser experimentales con más o menos intensidad, dependiendo de cada
persona, aunque se puede decir que estos síntomas están dentro de la
normalidad; no son nada más que una
adaptación de nuestro organismo a los cambios que se producen en nuestro
entorno.
Por
lo tanto, todo el mundo estaría de acuerdo con el hecho de que las estaciones
de transición (primavera y otoño, pero sobretodo la primavera) nos afectan de algún
modo, la tercera edad es más sensible a
estos cambios
Las
"depresiones primaverales" son un mito, pero a menudo se utiliza esta
expresión para culpar a esta estación de la depresión y olvidar otros problemas
.
Hay
que estar muy alerta, ya que una depresión o un trastorno psiquiátrico no puede
ser diagnosticado por alguien que nos ve por la calle y nos encuentra un poco
bajos de ánimo, sino que lo tiene que hacer un especialista, ya que estos
trastornos son algo más que una "caída del ánimo". Aún así, hay que
reconocer que el cambio de luz nos afecta, y que en personas con trastornos
psiquiátricos ya instaurados el patrón estacional influye entre un 10% y un 20%.
Por
lo tanto, la primavera en si no provoca ningún trastorno, sino que tiene alguna
influencia en personas más sensibles a los cambios como son nuestros mayores.
El cambio de
hora afecta a los mayores. Este fin de semana, es el momento en el que
hay que cambiar la hora del reloj. Este cambio tiene muchas ventajas positivas
para las personas mayores, especialmente, para aquellas que viven solas. La
alegría de los días largos de primavera contrasta con la brevedad del mal
tiempo invernal.
Pero si están solos,
lo único que quieren es que termine el día. ¿Podemos regalarle parte de esta
hora más de luz?
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